desierto

hubo que atravesar el desierto
igual a sí mismo igual
a sí mismo pero distinto
para detener la repetición
de la idea de la exacta idea
que al no tener tierra es
la identidad vacía torpe
vítrea siempre desafecta
de lo tangible lo que se haga
o se diga. hubo que ver
el pulso vital que insiste
en la tierra seca las plantas
grisáceas con su flor aguda
bajo la helada. hubo que estar
calma en medio de este frío
que conserva lo que sol gesta
para suspender la multiplicación
de las palabras que ya no saben
el suelo donde crecieron

2 comentarios:

Agustín dijo...

Maravilloso naty, ritmo sin puntuación. No puedo más que insistir en que busques los escritos de Guillermo Enrique Hudson. Creo que acuerdan con tu poesía. Ah, y Thoreau, siempre Thoreau.

Un abrazo!

N dijo...

agus querido! muchas gracias.
que bueno que estés ahí. suerte el mundo.
¿qué puedo leer de los sujetos que me decís?
abrazos.