mañana

sólo estar 
a la altura de las moléculas 
que en mí respiran  
despertarme 
bien cerca de ellas 
mezclada con ellas
sin otro sueño 
que su titilación 
materia única 
del universo  

lluvia

lluvia lavame 
los pies llevate 
los suelos que pisé
lluvia dejame
sin peso aérea llevame
envuelta en tu tormenta

bicicleta

el manubrio como cuernos
de toro de mi bicicleta nueva
esconde los frenos abajo
hacia el suelo hay que dejar
libres los pulgares amarrarse
con los dedos mas largos
como un animal anterior
a los primates como las patas
de las aves para ir a salvo 
hay que estar dispuesta
a salir volando   

calma

a veces hay que dejar
que el lenguaje pase
río erosivo que pase

fijeza


como si el mundo hubiese
quedado fijo sin siquiera
rotación y al infinito 
invariables las cosas 
frías sin tiempo ni
temporal nos encerraran
adentro suyo

desierto

hubo que atravesar el desierto
igual a sí mismo igual
a sí mismo pero distinto
para detener la repetición
de la idea de la exacta idea
que al no tener tierra es
la identidad vacía torpe
vítrea siempre desafecta
de lo tangible lo que se haga
o se diga. hubo que ver
el pulso vital que insiste
en la tierra seca las plantas
grisáceas con su flor aguda
bajo la helada. hubo que estar
calma en medio de este frío
que conserva lo que sol gesta
para suspender la multiplicación
de las palabras que ya no saben
el suelo donde crecieron

día

el dia blanco puro continuo
de una albura que en otras latitudes da nieve
se mece detrás de las naranjas del árbol
lo vemos sosteniendo un sol lunar
un astro sin fuego, más candente
es el fruto del invierno y no hay viento
que destemple su verano a destiempo
su geometría intocable
en el cielo del patio
lindante

plan

tenemos un plan mínimo: ir
de este punto a aquél otro
nada que exceda el campo
visual área labrable que rodea
el ojo, la vivienda, la nutre
la amenaza de mutarla
en tubérculo. tenemos un plan
tan próximo nada ambicioso salir
al patio un ahí
circunscripto
un destino
ni siquiera un movimiento: un traslado
pero
ningún punto se deja morir
el suelo insiste se nos pega
a los pies no podemos
caminar sin tironear las macetas
el perro las tazas de té el sentido
de un dibujo en el mantel incluso
lo que estaba olvidado los gestos
enterrados se despiertan encadenan
bajo el pasto el paso el piso el pie
nunca se escapa de su materia

verano

las frutas se pudren en los cajones
de la verdulería el verano
la amnesia de las estaciones
hundió todo como un saquito
en una taza de té

camino

se puede pisar:
- la roca saliente
- el barro con raíces de arbustos
- el barro más acuoso
- una rama seca
- el charco
- el tallo de las plantas donde se pega al piso
- la placa de musgo
- el cordón de piedritas al borde del agua
- un bicho que va pasando
- el hilo que forma el agua de la lluvia
* una cosa con cada pie
* con cada pie propio y con cada pie de los otros
se puede pisar como una oruga

árbol

nos subimos a un árbol
en el medio de la fiesta
oíamos la música el chasquido
de los vasos las botellas las visitas
en el patio de la casa con guirnaldas
suspendidas etéreas bajo las ramas
donde el aire se desglosa nosotros
agazapados de la civilización solariegos
del templo vegetal que se proyecta
donde nadie mira. no hay tiempo
nada que urja nos quedamos
hasta que el tiempo se disuelva

búsqueda

.
hace tiempo suplimos el apego
a la raíz humana su tinte profano
por la búsqueda –sobre el muerto
silente de dios- de lo sagrado.
no queda resquicio, la historia
ya nos profanó demasiado.
.

caperucita


caperucita iba por los caminos
que se le cantaba. roja menuda
bailarina como una cereza
más miedo que al lobo
le tenía a su abuela

patio

a la sonoridad de los caños es igual
la lluvia más tempestuosa que el tanque roto
de los vecinos inundando la terraza
las cañerías son el embudo
igualador de las aguas

la terraza de los vecinos traba el sol
que no llega a nuestro patio. las plantas,
ni de la señora ni nuestras, las dueñas
verdaderas de la casa, florecen igual

las plantas florecen de memoria
de primaveras pasadas
y de un saber ancestral
todas las plantas saben nadar

un alga sola es una sílaba
una canción suena en el mar

vuelta

se vuelve cada invierno
al pueblo. unas veces
de un viaje. otras,
de una guerra

el viaje termina
con la vuelta: una
es su sólo sustento

la guerra sigue
en otra tierra

únicamente
se escapa
de una guerra

arbustos

Los arbustos que nos crecen
de las mas inciertas semillas
traen aves de otros tiempos.
Si, pasados de tierra fértil,
pero mas que nada presentes.
Otros tiempos coetáneos
se mecen en sus ramas.

palabra

su palabra es un verano
se desprende vaporosa
del cemento, del zinc
su palabra desquiciada
es un verano en asia

vela



que el pájaro nocturno
se pose en ella espera
nidácea con la idea
fijada en el techo con la idea
edilicia del sueño
el cuerpo
rizomatiza despierto
se dispersa no arbóreo
sin ramas
que detengan un vuelo

naturaleza

una naturaleza viperina
de frutos rojizos en los árboles
en mí en hobbes en la noche
de los pájaros de cabeza giratoria
en las ramas que entretejen las alturas
y dicen que no hay más cielo arriba
ningún más allá que traiga lluvia
sólo gravedades otoñales
rizoides ya nunca más volubles
raíces
desdobladas de sus troncos
redimidas
reptantes como musgos
una naturaleza
de los fondos
que orada
la explanada
de todo estado puro

fuego

algo tengo me hierve
la cabeza como un dragón
se cuecen ideas de fuego
las suelto cuando exhalo
incendian pastizales

el cuerpo es lo que se sucede
resto ignífugo lo que no arde
sin incandescencia se pliega
debajo sueña con tiempos
de acefalía

diversión

Tardé diez minutos en llegar a Warnes
y media hora en salir de Warnes
No por una afición a las persianas
bajas de los talleres o a los letreros
apagados de las casas de repuestos
Más bien porque a un barrio que vive
de destrozar y rumiar autos le divierte
retener una bicicleta, enredarla entre
sus calles como una araña
a un bicho
que no va a comer

grúa



esperamos la grúa que se lleve

el auto roto de este viaje, las chatarras
de todos los viajes, que nos vuelva
a los caminos tan a pie
como vinimos. nada de los ruidos
de motor es en nosotrxs
(en nuestros pies suenan los ríos)
todo lo que no fuimos, abollado
de girar por la banquina,
todo eso, una pasta de metal
la grúa se lo va a llevar

pliegue


lo que somos crece en un pliegue

del universo, desobedece
el orden cadencial de los astros
las orbitas los ciclos de los fuegos
porque las estrellas no mueren, se agotan
caen en el olvido del cosmos. nosotrxs
no tenemos olvido en que ampararnos
ningún orden que nos acune
una trascendencia más que el fulgor
que corta el tiempo, sin sombra

bajeza

degradado cae el lenguaje
por
... .debajo
............ .de
.... ....... ......la
..... .... ...........línea .. cae

en el inconciente del renglón

peces de un subterfugio
se sueltan en las aguas
de letras
ya sin tildes
ni consonancias

peregrinaje

Los átomos que acá se coligan
por no sé qué clave centrípeta
en alguna disputa eterna
a lo que dispersa. Evasión
del big bang interno
que desde lo ínfimo hace
universos y tensa las partículas
hasta el fantasma del ión. Su ser no
me duplica, me implica. Perseveramos
vía un gregarismo elemental. Yo es
una irresponsable. O, al menos, no
su soberana. De sujeciones, el último gesto
nos peregrina a esta orilla. Vinimos
a salpicarnos de naufragio, que
no quedan puertos, que la succión
oceánica no tiene centro.

rotor



el ventilador planifica unas mareas
de aire en la habitación. simpleza
de unas paletas enrejadas, un motor
ocioso por tiempo en el placard
sin más momento vital
que el que abre sus rotor

en la agonía veraniega

gregarismo



¿cómo se está sola frente al mar?
(pregunta desde la arena)
y despeja su otro de antropomorfismo
a medida que avanza entre las olas

arbustos

,,,,,,,,

adentro de las cosas hay arbustos

desenrollando sus ramas perennes
sus raíces provisorias. germinar
es asistir al brote vegetal
que es en nosotrxs

palabra


todo en mí se dispone a la espera
de una palabra (la inexistente)
que me absorba me aparte
de la sílaba infinita

costurera


la poca luz, el hilo enhebrado

del color del vestido, los frunces
de la tela, los pliegues de la piel
la flexión de las piernas, la mano
iluminada, la quietud de los pies
la espera milimétrica

manzano


mirábamos el árbol con su única manzana.
la potencia de muchas frutas, pero una sola.
con toda estirpe impávida en su núcleo.
la veíamos conducir los vientos de enero,
los arroyos de lluvia entre los frutales.
solar, orbitando las ramas y los pájaros.
relumbrar por la tarde. provocar el jardín.

resto


no intentamos ya la palabra que selle
las brechas. esta que tenemos hace
de la distancia su cauce. nos queda
la presencia intangible, una certeza tan
sola. nada de pensamiento. nos queda
la mística más carnal.


cena

.
Una disciplina se disfruta
sentada sola, erguida frente
al arroz. Tres luces
no titilan. La cumbia
del mercado se desgrana
entre el raudal de insectos
haciendo sonar sus patas,
sus alas. Mis manos callan
sus aceros, se dilatan
anaranjadas como frutos.


éxodo

..
Gira sobre un Río
de la Plata oceánico
infinito. Se aleja
de los vapores urbanos.
Mira la superficie
verrugada de edificios
obsoletos. Restos
de una civilización
polvorienta de la historia.

.

humedades

.

.
edificios tiznados gotean
una lluvia trivial suspiran
las primitivas humedades
de una hora imaginaria
que los viera despuntar
erectos como hongos
sedentarios sedientos
en la planicie terráquea
.

merienda

.


una escalera fría
algo que arde y da luz
opacidad de un cuchillo
para untar la merienda
unos pies al ras del piso
de madera inflamable
e inversión de solsticio

.

sobreviene


sobreviene
como exhalado
por entre los brotes
de los pastos como
soltado por lo hondo
que arcilla impurezas
por lo bajo lo nuestro
tan propio tan última
sustancia que somos
que no hay mas allá
y osmótico afluye
nos toma nos es
por completo

.

yuyo

.


permanecer ..estar ahí

como yuyo lo indeseado

que crece en los jardines

más cuidados.. tener

la irreverencia de ser

donde no nos interpelan


quietud

.
el domingo suspendido blanco
se repliega detrás de las primeras
luces respira quieto entre la niebla
mira avanzar el mecanismo
de las horas las señoras
tan puntuales los señores
de.. almanaque.. nadie.. ve
que hay días que no empiezan
.

tarde


una ortodoxia que deshojaron

las multitudes que somos y era
ilusión de bordes bruscos
acantilados, ya no guarece
esta tarde sin certezas
.

grises


es tan inhóspito este día frío

que no se puede ni pisar
la veredas crujen vidriosas
las baldosas se despedazan
caen grises en una lluvia
sobre mundos subterráneos

espaciar

.

andar des-ubicada ser

ondulación una danza

no deslizar por los planos

con la tenacidad de objeto

que es masa uniforme

ser deformidad

desconformar

no orbitar ni ser átomo

pisar fuera del pie

perder el tiempo

expandir el espacio

.

apuesta

.

las apuestas a ser con él

necesitan ir contra él

sitiar . sus . atávicos

microejércitos de lo normal

.

asilarlo en algún lugar

medanoso desmarcado

olvidado de geometría

.

sino qué van a hacer

más que sacrificarse

en los altares huecos

de las últimas palabras

.

aguas

.


las aguas se lanzan desmesuradas
por las laderas de las montañas
bajan a caballo de las rocas
espuman forman remolinos
permanentes nunca cauce único
llevan en cada gota la subversión
de no haber sido canal de riego
para las siembras o sustancia
que calma las sedes mas profanas
la subversión de desangrar
de haberse negado
a replicar la vida

.

demora

.


un dulce metafórico

hecho de moras crecidas

bien soleadas y silvestres

al borde del silencio


las frutas sólo crecen

dulces las hace la espera

de quien dice su sabor

.

palabra

.

frente a lo queestásiendo

la palabra es pobre e inútil

como un cacharrito viejo

por el que se filtra el agua

.

salida

.

se arquea precipita

la ola sobre la orilla

incauta enviste un cuerpo

que la descamina

lo engulle le sala los ojos

lo hace mar y los dos palpitantes

llegan a otro lugar

..

vegetación


escucha, fija su mirada
de vegetación desbordante
como si mis palabras
regaran las enredaderas
y los helechos de sus ojos


.

día

.

se me ofrendó
en la luz tenue
contra el frío del piso
sereno, como él sabe
apartó el tiempo
dejó a un lado
lo que habíamos sido


.

enero

-
gotea y apela un enero

a cantos viejos coros
de calles pobladas

no es que en el balcón
de baldosas hirvientes
de eso no haya nada

............están los pies
tarareando una huida
.

nocturna

.

el agua rebalsa los tanques
un aire de guitarra puebla
la noche con antenas en las cimas
de edificios tendales escaleras
contra el cuerpo que la ciñe
vibran entre los dedos cuerdas
en la costera de ríos finitos
la terraza desierta


.