plan

tenemos un plan mínimo: ir
de este punto a aquél otro
nada que exceda el campo
visual área labrable que rodea
el ojo, la vivienda, la nutre
la amenaza de mutarla
en tubérculo. tenemos un plan
tan próximo nada ambicioso salir
al patio un ahí
circunscripto
un destino
ni siquiera un movimiento: un traslado
pero
ningún punto se deja morir
el suelo insiste se nos pega
a los pies no podemos
caminar sin tironear las macetas
el perro las tazas de té el sentido
de un dibujo en el mantel incluso
lo que estaba olvidado los gestos
enterrados se despiertan encadenan
bajo el pasto el paso el piso el pie
nunca se escapa de su materia

1 comentario:

Anónimo dijo...

la emoción es pegajosa, los antiguos sahumerios la interpretaban como una nariz con ojos acertados; su representación, curvas porales y una voz muy, de una boca tan.