mirábamos el árbol con su única manzana.
la potencia de muchas frutas, pero una sola.
con toda estirpe impávida en su núcleo.
la veíamos conducir los vientos de enero,
los arroyos de lluvia entre los frutales.
solar, orbitando las ramas y los pájaros.
relumbrar por la tarde. provocar el jardín.
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