Unas sillas más allá había un chico flaquito y con el pelo bien corto. Escuchaba en silencio y con la mirada sostenida, quieta. Llevaba puesto un rompeviento y había embarrado sus zapatillas, una de cordones negros, la otra de cordones rojos.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Your site is on top of my favourites - Great work I like it. »
2 comentarios:
Your site is on top of my favourites - Great work I like it.
»
Looks nice! Awesome content. Good job guys.
»
Publicar un comentario